domingo, 21 de noviembre de 2010

miércoles, 17 de noviembre de 2010

LA JIRAFA FITA

TEMPORALIZACIÓN: 2ª quincena de noviembre
CUENTO: “ LA JIRAFA FITA ”
INTENCIÓN: Para niños que no cuidan el material.


Había una vez una vez una vez una jirafa que se llamaba Fita que tenía 5 años.
La jirafa Fita era muy alta, tenía unas manchas en la piel muy bonitas y dos cuernecitos pequeños, como todas las jirafas.
Le gustaba ir al colegio y su señorita Doña Jirafa la quería mucho.
Pero Fita no tenía mucho cuidado de las cosas. Si Doña Jirafa daba plastidecores para colorear, Fita no tenía cuidado, los tiraba o los partía a propósito. Tampoco tenía cuidado de los libros de fichas, les doblaba las hojas, las arrugaba,…
Si Doña Jirafa daba gomas de borrar, Fita las rompía y hacía trocitos,…
Además, tiraba los juguetes y hasta el carrito de los desayunos y claro se rompían.
Sus papás también estaban un poco cansados de que Fita no cuidara el material porque todas las semanas tenían que comprar lo que había roto. Además a ellos les gustaba que las fichas estuvieran cuidadas y bonitas.

En la clase de Fita, las jirafas estaban sentadas en grupos y a cada grupo la señorita les daba su material. Un día Doña Jirafa les mandó a cada grupo que dibujaran un animal de la selva. Un grupo empezó a dibujar un elefante. Otro grupo dibujó una cabra. El grupo de Fita quiso dibujar un león. Como Fita no cuidaba el material, nada más empezar, arrugó el folio en el que dibujaba y pidió otro, pero Doña Jirafa le dijo que no podía darle otro, que siguiera trabajando. Luego cogió el color “carne” y como no tuvo cuidado lo rompió. El color “carne” es muy importante para hacer dibujos y hacía falta para dibujar al león.
Entonces Fita le dijo a la señorita:
- He roto el color “carne” y sin él no podemos dibujar el león.
Doña Jirafa contestó:
- No puedo darte otro. Sólo hay un color “carne” por grupo.
Si quiere prestártelo otro grupo …
Fita entonces dijo en voz alta:
- ¡ Me dejáis alguno el color “carne”!
Pero los demás grupos le dijeron:
- No, porque no tienes cuidado del material, lo rompes y nos quedamos sin el color “carne” que es muy importante para los dibujos.
Fita se quedó sin color y lo que es peor, todo su grupo se quedó sin color y sus compañeros estaban muy enfadados.
Las jirafas de su grupo no querían estar con Fita y eso le puso muy triste. Entonces Doña Jirafa habló con ella:
- ¿Qué te pasa Fita?
- Que las jirafas de mi grupo no quieren que esté con ellas.
- ¿Y tú que piensas?
- Que tienen razón, por mi culpa no han coloreado bien el león y que siempre estropeo el material.
Doña Jirafa le dijo:
- Vamos a hacer una cosa: vas a traer un color “carne” para tu grupo y a partir de ahora vas a tener mucho cuidado con los plastidecores.
Y así fue. Se lo contó a su mamá. La mamá compró una caja de plastidecores donde estaba el color “carne”. Como se había gastado mucho dinero, le dijo a Fita que este fin de semana no le compraría chuches, ni pulseras de colores.
A partir de entonces tuvo mucho cuidado con todo y se convirtió en una jirafa tan cuidadosa que la señorita la felicitó y todas las jirafas de la clase le dieron un abrazo y la querían mucho.

Y colorín colorado, el cuento de Fita se ha terminado.


martes, 16 de noviembre de 2010

jueves, 11 de noviembre de 2010

LA GOLONDRINA MARINA



La golondrina Marina se va a marchar a regiones más cálidas hasta que llegue la primavera. Le deseamos buen viaje y esperamos que nos cuente todas sus aventuras cuando regrese. ¡ Hasta la vuelta !

STEPHANIE CUMPLE 5 AÑITOS


¡MUCHAS FELICIDADES TE DESEAN LOS NIÑOS Y NIÑAS DE 5 AÑOS c! BESITOS DE TU "SEÑO".

miércoles, 3 de noviembre de 2010

LA CASTAÑERA

LA OSA ROSA

TEMPORALIZACIÓN: 1ª quincena de noviembre
CUENTO: “ LA OSA ROSA ”
INTENCIÓN: Para niños que no quieren trabajar .


Había una vez una vez una osa que se llamaba Rosa y que tenía 5 años.
La osa Rosa iba contenta al colegio, porque tenía amigos en su clase y su señorita Doña Osa era muy buena y la quería mucho. Pero a la osa Rosa no le gustaba mucho trabajar en la clase. Si la señorita Doña Osa daba un dibujo para colorear, ella rápidamente decía:
- ¡ Me canso !
Y aunque la señorita le decía:
- ¡ Sigue un poquito más !
La osa Rosa no lo terminaba.
Otro día la señorita dio una ficha del libro para hacer.
Todos los ositos se pusieron a trabajar, menos la osa Rosa que empezó a decir:
- ¡ Ay ! No me gusta
- La hago después.
Pero no la hizo.
Los ositos de la clase ya estaban empezando a aprender a leer y a escribir, pero a la osa Rosa eso no le gustaba.



Ella quería irse al rincón a jugar a la cocinita, pero no se iba porque en la clase de la señorita osa, hasta que no se termina de trabajar, no se puede ir a jugar.
Doña Osa, a veces, se cansaba de decirle:
- Rosa, termina de hacer tu trabajo.
Pero la osa Rosa siempre decía:
- ¡ No tengo ganas !
Los otros ositos, a veces, tampoco tenían ganas, pero trabajaban porque tenían que hacerlo y querían aprender las cosas que mandaba su señorita. Además, luego se ponían muy contentos cuando su señorita les ponía en la ficha “una sonrisa” y hasta les daba un beso.
Los ositos de la clase aprendían muchas cosas, los números, las sumas, las letras … dibujos.
Mientras, la osa Rosa, seguía sin trabajar, se aburría todas las mañanas y luego tenía que llevarse a su casa la tarea que no hacía en clase y no podía ir al parque ni a la plaza a jugar con sus amigos.
La mamá de la osa Rosa se enfadaba y la señorita también.




Un día ocurrió lo peor, alguien puso un cartel en el pasillo invitando a todos los osos a ir a la fiesta del otoño, todos acudieron al bosque por la tarde y comieron rica miel y frutos secos, jugaron y se lo pasaron muy bien.
Rosa se enteró al día siguiente donde habían estado todos y se puso muy triste al no acudir por no saber leer.
Rosa, se dio cuenta que así no podía seguir.
Pidió perdón a su “seño” y a su mamá y así cuando tocaba escribir o dibujar o colorear, la osa Rosa lo hacía. Al principio loe costó mucho y se cansaba pero descansaba un poquito y luego seguía.
Ese fue su truco; trabajar cuando mandaban el trabajo.
Si se cansaba, descansaba un poquito y luego seguía.
Poco a poco se fue cansando menos y comenzó a gustarle hacer las tareas del “cole”.
Aprendió tantas cosas que en la fiesta de final de curso leyó delante de todos y lo hizo muy bien.
Su mamá se puso muy contenta y Doña Osa le dio muchos besos.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Fin


LAS GEMELAS N Ñ





Las gemelas han llegado y muchas palabras nos han enseñado.