sábado, 10 de octubre de 2009
SERAFÍN
NOS ENCANTA LA POESÍA DE NUESTRO GATO SERAFÍN:
" Una vez tuve yo un gato,
blanco, rubio y chiquitín.
El rabo era así de gordo
se llamaba Serafín.
¿De qué os reis?
¿Es que un gato no puede llamarse así?
Pues el nombre es bien bonito
estaba puesto por mí.
Cada día se sentaba
enroscado en su sillón
y al mirarlo desde lejos
parecía un almohadón.
Un día vino a casa
una amiga de mamá
tan cortísima de vista
que no veía más allá.
Era gorda, tan gorda
que parecía un balón
y cada dedo ¡Dios mío!
cada dedo
parecía un salchichón.
Entró a la sala la señora gorda
con las gafas sin poner
y en el sillón de mi gato
allí se dejó caer.
Cada vez que lo pienso lloro
y no lo puedo resistir más
aplastó a mi pobre gato
por delante y por detrás.
Lo dejó como una torta
tan bonin, tan chiquitín
la vieja gorda.
¡ Pobrecito Serafín !
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