En este curso iniciaremos este proyecto basándonos en el libro de Jesús Jarque con este mismo título.
Será una experiencia motivadora e interesante pues trabajaremos aspectos como: buenos hábitos, habilidades de interacción social, dificultades en la conducta,...
Se trabajarán dos cuentos por mes, excepto en septiembre y junio que trabajaremos uno.
Los cuentos son cortos, entretenidos y sencillos que conectan fácilmente con la realidad del niño y la niña.
Las actividades serán gratificantes puesto que desarrollaremos la comprensión y expresión oral, corporal y plástica.
SEPTIEMBRE.-
CUENTO: EL GUSANITO SITO
INTENCIÓN: Para enseñar a trabajar muy bien.
Había una vez un gusanito de seda que se llamaba Sito.
Sito tenía 5 años e iba a la clase de 5 años C.
Sito era un gusanito muy bueno y muy simpático.
Sito iba muy contento a la escuela de los gusanitos de seda. Lo mejor era que Sito trabajaba muy bien.
Sito hacía las fichas que le mandaba la señorita Doña Gusana, poniendo mucho cuidado y haciéndolas muy bien: coloreaba cada cosa como decía la “seño”, no manchaba las fichas, ni tampoco doblaba los picos como hacían muchos gusanitos de la clase. Para ello, ponía mucha atención cuando la señorita explicaba cómo hacer el trabajo y si de algo no se acordaba, se lo preguntaba antes de hacerlo.
¡Qué bien hacía las cosas Sito! Casi nunca acababa el primero, porque lo hacía con cuidado, pero no le importaba, porque su mamá le decía que tenía que aprender y hacer las cosas bien hechas.
De todas formas, otros gusanitos acababan antes, pero luego la tenían que repetir porque la habían hecho deprisa y mal.
Sito casi siempre se ganaba una sonrisa de su señorita Doña Gusana. Aunque otras veces tampoco le salían las cosas del todo bien y aunque la señorita le ponía una tristeza, Sito no se enfadaba. Sito escuchaba atento las explicaciones de su “seño” porque aprendía muchas cosas de ella, aunque algunas veces los otros gusanitos charlaban y no podía oírla bien.
A Sito le daba pena algunas veces de su señorita, porque decía que le dolía la cabeza de lo que charlaban los gusanitos mientras trabajaban.
Como Sito quería mucho a su señorita, no quería que le doliera la cabeza por su culpa. Por eso cuando hacía sus trabajos, lo hacía en silencio o si hablaba era muy bajito.
Otras veces, Sito ayudaba a sus compañeros de mesa a hacer las tareas. Les decía cómo tenían que recortar o pegar alguna cosa. Por eso a Sito lo querían todos los compañeros de la clase.
Sito también se cansaba algunas veces y otras no tenía ganas de trabajar, pero seguía trabajando más despacito o descansaba un poco pero sin molestar. Él se había dado cuenta de que sus papás también se cansaban de sus trabajos y sin embargo, lo hacían.
En otros momentos, a Sito le apetecía ir a jugar cuando estaba coloreando, pero sabía que un ratito es de trabajo y otro de juego y así jugaba con más ganas y se lo pasaba mejor, porque veía que los que no trabajan y siempre juegan, luego se aburren de tanto jugar y no aprenden nada.
Sito aprendió mucho en su clase. Doña Gusana, su señorita le quería mucho, porque trabajaba muy bien y todo lo que le enseñaba lo aprendía. Sus papás y sus abuelos estaban muy orgullosos de él y Sito estaba muy contento de ser capaz de hacer las cosas bien y de aprender mucho.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Fin
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Hola María José. Soy Jesús Jarque García. Rastreando por la web he encontrado tu proyecto sobre mi libro "Cuentos para portarse bien..."
ResponderEliminarMe gustaría saber qué tal se ha desarrollado y qué resultados has obtenido. Este es mi correo si quieres contactar conmigo jesus.jarque@gmail.com