martes, 1 de febrero de 2011

GUITA


TEMPORALIZACIÓN: 1ª quincena de febrero
CUENTO: “ LA HORMIGUITA GUITA ”
INTENCIÓN: Para niños que interrumpen para hacer pis o beber agua.


Había una vez una vez una hormiguita que se llamaba Guita.
A Guita le gustaba ir al colegio y aprender muchas cosas, pero le pasaba una cosa: no sabía esperar para ir al baño a hacer pis.
Un día su “seño” Doña Hormiga estaba contando el cuento de “ La cigarra y la hormiga ” que a las hormigas les gusta mucho. En lo más interesante del cuento, Guita decía:
- ¡ “seño” ! Me hago pis.
Claro, todas las hormiguitas, protestaban:
- ¡ Siempre igual, en lo mejor de los cuentos, tiene que interrumpir !
Otro día, la señorita Doña Hormiga estaba explicando una ficha que tenían que hacer. Cuando ya estaba explicando lo más difícil, Guita dijo:
- ¡ “seño” ! Me hago pis.
La señorita dijo:
- Guita, siempre interrumpes cuando estoy explicando algo importante.


Otro día, que estaban leyendo en la pizarra Guita interrumpió porque ahora:
- ¡ “seño” ! Quiero agua.
La “seño”, que quería mucho a Guita le explicó:
- No puedes interrumpir en todo momento porque molestas a las demás hormiguitas. Solo por una hormiguita, se fastidian las demás.
Guita la miraba con atención y le dijo:
- Es que no me puedo aguantar.
- Sí que puedes aguantar un poco y no pasa nada. Cuando se está contando un cuento, explicando una ficha o leyendo en la pizarra y te entren ganas de hacer pis o beber agua, te aguantas un poco y cuando veas que no vas a molestar, entonces pides permiso.
Guita pensaba que no iba a ser capaz de aguantar las ganas, pero intentó practicar el truco que le había enseñado su “seño”.
Un día una hormiguita empezó a explicar que había visitado con sus papás un castillo muy bonito. Entonces a Guita le entraron ganas de hacer pis y probó a aguantarse un poco. Se dio cuenta que no pasaba nada y que así no interrumpía a su compañera. Cuando terminó de contar su aventura, Guita le dijo a la “seño” muy bajito que si podía ir al baño.
La “seño” le dijo que sí.
Poco a poco, Guita aprendió a controlarse y a no molestar a los demás cuando tenía ganas de hacer pis o de beber agua.
La señorita, como se había dado cuenta de que Guita había mejorado, dijo un día a las hormiguitas:
- ¿ Os habéis dado cuenta de que Guita ya no interrumpe los cuentos, ni las explicaciones con sus ganas de hacer pis o beber agua ? ¡ Un aplauso para Guita !
Todas las hormiguitas le aplaudieron y Guita se puso muy contenta.


Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

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